El campesino que cree que la Luna no es más grande que una rueda de arado nunca piensa que a una distancia de pocas millas una iglesia entera sólo se ve como una mancha blanca y que, por el contrario, la Luna aparece siempre del mismo tamaño. ¿Qué es lo que impide asociar esas ideas que tiene completas por separado? En su vida normal, realmente asocia también ideas, quizás mediante lazos más artificiales que éstos. Esta consideración debería llamar la atención del filósofo, que quizá sea todavía como el campesino al hacer ciertas asociaciones. Empezamos a pensar suficientemente pronto, pero no sabemos que estamos pensando, como tampoco nos damos cuenta de que crecemos o que estamos haciendo la digestión; y muchas personas, entre la gente común, nunca llegan a saberlo. Una consideración precisa de las cosas externas nos devuelve fácilmente al punto observador de las cosas que lo rodean. Permanece atento, no sientas nada en balde, mide y compara. Ésta es la norma completa de la filosofía.
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