dissabte, 30 de juny del 2012

Greguerías - Ramón Gómez de la Serna

Las greguerías son breves composiciones en prosa, con interpretaciones o comentarios ingeniosos y humorísticos sobre aspectos de la vida corriente, que fueron creadas y así denominadas por el escritor Ramón Gómez de la Serna que escribió más de diez mil greguerías y las definió como "humorismo + metáfora".

"Desde 1910 me dedico a la greguería, que nació aquel día de escepticismo y cansancio en que cogí todos los ingredientes de mi laboratorio, frasco por frasco, y los mezclé, surgiendo de su precipitado, depuración y disolución radical, la greguería. Desde entonces, la greguería es para mí la flor de todo lo que queda, lo que vive, lo que resiste más al descreimiento. La greguería ha sido perseguida, denigrada, y yo he llorado y reído por eso entremezcladamente, porque me ha dado pena y me ha hecho gracia"

Como daba besos lentos duraban más sus amores.
Daba besos de segunda boca.
El primer beso es un robo.
Cuando la mujer pide ensalada de frutas para dos
perfecciona el pecado original.
El amor nace del deseo repentino de hacer eterno
lo pasajero.
Aquella mujer me miró como a un taxi desocupado.
Hay matrimonios que se dan la espalda mientras
duermen para que el uno no le robe al otro los
sueños ideales.
El beso es hambre de inmortalidad.
Como con los sellos de correo sucede con los
besos que los hay los que pegan y los que no
pegan.
Hay pensamientos pacificadores, como éste: "El
sexo daría interés a un peñasco."
Lo malo del deseo es que vuelve sin avisar.
El beso es un paréntesis sin nada adentro.
El libro es un pájaro con más de cien alas para
volar.
Escribir es que le dejen a uno llorar y reír a solas.
El sillín del piano es el sacacorchos del concierto.
Tocar la trompeta es como beber música
empinando el codo.
La ópera es la verdad de la mentira, y el cine es la
mentira de la verdad.
El agua no tiene memoria, por eso es tan limpia.
El femenino del otro Yo, es el otro Ya!
Nunca es tarde si la sopa es buena.
Al agonizar el viejo marino pidió que le acercasen un espejo para ver el mar por última vez.
¡Qué tragedia! Envejecían sus manos y no envejecían sus sortijas.
Cuando asomados a la ventanilla echa a andar el tren robamos adioses que no eran para nosotros.
El día en que se encuentre un beso fósil se sabrá si el amor existió en la época cuaternaria.
A la media botella de vino siempre le faltará la otra mitad.
El dolor más grande del mundo es el dolor de colmillo de elefante.
El olivo es el espejo del alba.
Abrir un paraguas es como disparar contra la lluvia.
El agua se suelta el pelo en las cascadas.
En la Vía Láctea se agolpa el polvo fulgurante que levantaron en su camino las carrozas siderales de los grandes mitos.
El Pensador de Rodin es un ajedrecista a quien le han quitado la mesa.
¿Será a nosotros a quienes llama esa bocina de automóvil que, parado frente a nuestro portal, dice a alguien bien distintamente que baje?... Y nosotros que no tenemos ni esperamos ningún automóvil, cometemos la torpeza de asomarnos...
El bebé se saluda a sí mismo dando la mano a su pie.
Principio de primavera: un niño solo en todo el tiovivo.
Los bebés con chupete miran al fumador en pipa como a un compañero de cochecito.
El niño intenta extraerse las ideas por la nariz.
El niño grita: "¡No vale!"... "¡Dos contra uno!", y no sabe que toda la vida es eso: dos contra uno.
Cuando anuncian por el altavoz que se ha perdido un niño, siempre pienso que ese niño soy yo.
Los niños que serán los hombres precavidos son los que sacan punta a los dos extremos del lápiz.
La "A" es una tienda de los apaches.
La "B" es el ama de cría del alfabeto.
La "C" es una galletita mordida.
La "D" mayúscula de cada domingo es siempre diferente.
La "F" es el grifo del alfabeto.
La "i" es el dedo meñique del alfabeto.
La "L" parece largar un puntapié a la letra que lleva al lado.
La "ñ" es la "n" con bigote.
La "Q" es un gato que perdió la cabeza.
La "q" es la "p" que vuelve del paseo.
La "S" es el anzuelo del abecedario.
La "T" es el martillo del abecedario.
La "T" está pidiendo hilos de telégrafo.
La "U" es la herradura del alfabeto.
La "ü" con diéresis: dos "íes" siamesas.
La "ü" con diéresis es la letra malabarista del abecedario.
La "X" es la silla de tijera del alfabeto.
Las palabras con puntos suspensivos resultan aderezadas con guisantes.
Prosa con asteriscos: prosa condecorada.
Los bostezos son "oes" que huyen.
El lápiz sólo escribe sombras de palabras.
El escritor quiere escribir su mentira y escribe su verdad.
La luna es un banco de metáforas arruinado.
Sólo el poeta tiene reloj de luna.
El libro es el salvavidas de la soledad.
El poeta miraba tanto al cielo que le salió una nube en un ojo.
Las vacas escriben con el tintero de sus ojos el poema de la resignación.
Los ceros son los huevos de los que salieron las demás cifras.
El 8 es el reloj de arena de los números.
El caballo con la cabeza baja, mientras pace, parece estar leyendo el paisaje como un corto de vista.
El camello lleva a cuestas el horizonte y su montañita.
La inmortalidad del cangrejo consiste en andar hacia atrás, rejuveneciéndose hacia el pasado.
El caracol debía tocar el trombón que lleva a cuestas.
La cebra es el animal que luce por fuerza su radiografía interior.
Al callarse la chicharra de pronto, parece que ha habido una avería eléctrica.
De la nieve caída en los lagos nacen los cisnes.
El cocodrilo es un zapato desclavado.
El cocodrilo es una maleta que viaja por su cuenta.
Los elefantes parece que tienen en las patas las muelas que no tienen en la boca.
Las gallinas son tartamudas.
Los gatos se beben la leche de la luna en los platos de las tejas.
Grajo: palabrota con alas.
La lagartija es el broche de las tapias.
La mariposa lleva a su gusano de viaje.
La mariposa, posándose en todas las flores, es la mecanógrafa del jardín.
Todos los pájaros son mancos.
Ningún pájaro ha logrado sacar las manos de las mangas de las alas, salvo el murciélago.
Lo más terrible del perro con bozal es que no puede bostezar.
Cuando escarba el toro en la arena parece estar cavando la fosa del torero.