Llevo siglos recorriendo autopistas de recuerdos
en busca de aquel beso que nunca me diste al cuello
el día que te dije que te quiero, por ti muero,
tan sincero, para ti mis huesos y tú en cambio...
Despreciaste mis caricias con tu cruel sonrisa,
me mandaste a paseo con tu lado más perverso
y mostrándome tu corazón de hierro me dejaste
abandonado, abandonado, abandonado... Como un perro
Desde ese día mi vida cambió,
mi mente por completo se inundó
de pensamientos suicidas y,
decidí quitarme la vida.
Y a pesar de mi convicción inicial, bueno,
pues tenía serías dudas sobre el método a emplear y,
no sabía bien, no sabía bien, no sabía bien
si ahorcarme o tirarme desde la azotea
tragarme completa la farmacopea
meterme en el baño a 37 grados,
cortarme las venas, morir relajado
o robarle a mi hermano, que caza venados,
la escopeta que usa y pegarme doscien...
O tirarme a las vías del tren y morir... Como un perro
Cuántas largas, profundas e intensas deliberaciones.
Por fin un día me decidí a echarle cojones y,
dejar de forma definitiva esta patética vida
ya que tenía los raíles a mis pies
y había dicho eso de adios mundo cruel y,
veía venir a lo lejos en la distancia
un tren proveniente de Francia
pues, ironías del destino
pues se cruzó en mi camino un antiguo compañero asiático
con el que coincidí en el psiquiátrico.
Me dijo: "Qué haces aquí, Miguel"
"Ahora me voy a suicidar por una mujer"
"Te sabía loco, pero no capaz de semejante gilipollez...
Recapacita muchacho, recapacita muchacho.
Cierto es que la vida es un mal trago, pero bueno,
teniendo en cuenta que tú eres un borracho...
Pídete una ronda que yo pago"
Y aunque bebimos y bebimos,
he de decir que me siento...
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
en busca de aquel beso que nunca me diste al cuello
el día que te dije que te quiero, por ti muero,
tan sincero, para ti mis huesos y tú en cambio...
Despreciaste mis caricias con tu cruel sonrisa,
me mandaste a paseo con tu lado más perverso
y mostrándome tu corazón de hierro me dejaste
abandonado, abandonado, abandonado... Como un perro
Desde ese día mi vida cambió,
mi mente por completo se inundó
de pensamientos suicidas y,
decidí quitarme la vida.
Y a pesar de mi convicción inicial, bueno,
pues tenía serías dudas sobre el método a emplear y,
no sabía bien, no sabía bien, no sabía bien
si ahorcarme o tirarme desde la azotea
tragarme completa la farmacopea
meterme en el baño a 37 grados,
cortarme las venas, morir relajado
o robarle a mi hermano, que caza venados,
la escopeta que usa y pegarme doscien...
O tirarme a las vías del tren y morir... Como un perro
Cuántas largas, profundas e intensas deliberaciones.
Por fin un día me decidí a echarle cojones y,
dejar de forma definitiva esta patética vida
ya que tenía los raíles a mis pies
y había dicho eso de adios mundo cruel y,
veía venir a lo lejos en la distancia
un tren proveniente de Francia
pues, ironías del destino
pues se cruzó en mi camino un antiguo compañero asiático
con el que coincidí en el psiquiátrico.
Me dijo: "Qué haces aquí, Miguel"
"Ahora me voy a suicidar por una mujer"
"Te sabía loco, pero no capaz de semejante gilipollez...
Recapacita muchacho, recapacita muchacho.
Cierto es que la vida es un mal trago, pero bueno,
teniendo en cuenta que tú eres un borracho...
Pídete una ronda que yo pago"
Y aunque bebimos y bebimos,
he de decir que me siento...
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
Como un perro
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