dilluns, 30 de juliol del 2012

Enrique Morente - Tu Vienes Vendiendo Flores

Tu vienes vendiendo flores
Las mias son amarillas
Las tuyas de dos colores
Y hasta que la noche llegue
Yo he visto mañanas tristes
Tener las tardes alegres
Nadie habla mal de dia
Hasta que la noche llegue
Yo se lo pido a undebel
Si es que me daba a mi
Licencia pa yo volverte a querer
A la verde oliva
Que me esta dando
Doble fatiguas

Lee Perry & The Upsetters - Underground

Oscar Adler: La Astrología como Ciencia Oculta


"Si el ojo como el sol no fuera,
jamás podría el sol mirarlo."
(Goethe-Plotino)

Nos hemos reunido para penetrar conjuntamente en el estudio de una de las ciencias más antiguas con que cuenta la humanidad. En torno de esta ciencia se tiende desde los tiempos más remotos un nimbo de santidad. Y ello no sólo ocurre por el hecho de que el objeto de esta ciencia abarque literalmente todo lo que existe, sino también porque aquella ciencia o, más propiamente, aquel "saber" no se originó como producto de investigación minuciosa, como producto de experiencias trabajosamente acumuladas, sino por una especie de "revelación" cuyas hipótesis eran de índole muy distinta, de índole mucho más íntima que todo aquello que hoy día suele llamarse investigación científica. De ahí que el principiante deba tener presente que, al iniciar este estudio, penetrará en una esfera del conocimiento que, por su carácter, pertenece enteramente al terreno de las ciencias ocultas.

¿Que es la "ciencia oculta"? ¿Qué significa esta denominación y qué nos ofrece su contenido? La denominación de ciencia oculta no responde únicamente al hecho de que el contenido de tal ciencia haya sido un secreto, un conocimiento que había que "ocultar" a quienes no formasen parte de una cierta minoría de "elegidos"; más aún, ni siquiera es esta la causa principal que llevó a aquella denominación. Lo que determina que esta ciencia sea "oculta" es el hecho de que la fuente cognoscitiva de que proviene tal saber se encuentre en el misterio de la "interioridad" del propio ser humano; sólo al descubrirse esa fuente, al encontrarse el acceso a ella, se comienza a revelar una esfera del saber que, en última instancia, se basa en la premisa del "ser uno con todo lo existente". (...) Si pudiese expandir mi cuerpo de modo tal que el mundo exterior entrase a formar parte integrante, por así decir, de mi vida corporal "endoempírica", me enteraría de dicho mundo exterior de la misma manera en que sé todo lo que se refiere a mi mismo y únicamente a mi mismo; es decir que tendría con respecto a lo exterior un saber científico de carácter oculto, tan susceptible de ser sistematizado como el saber científico de carácter físico; o, lo que es lo mismo, me vería en posesión de la ciencia oculta de carácter cósmico. (...) La misma percepción común de los sentidos está llena del secreto por el cual un objeto exterior pasa a convertirse en un elemento de interioridad, y, viceversa, una interioridad pasa a ser un elemento exterior. (...) Pensemos, por ejemplo, en el "miedo a la tempestad". El miedo a la tempestad es, además de dicho "miedo", algo más; no se teme únicamente al relámpago y al trueno. La tormenta que desencadenó la naturaleza en el mundo exterior es la misma que desencadena nuestra alma dentro de nosotros, es decir, tormenta de la misma fuerza elemental "fuera" y "dentro" de nosotros.
 

dissabte, 28 de juliol del 2012

divendres, 27 de juliol del 2012

dimecres, 25 de juliol del 2012

The Rolling Stones - You can´t always get what you want

You can't always get what you want
But if you try sometimes well you just might find
You get what you need
Ooooh Yeeah!

You Can't Always Get What You Want by The Rolling Stones on Grooveshark

Amira Medunjanin & Mostar Sevdah Reunion - Jutros Mi Je Ruža Procvala

John Jacob Niles - The Maid Freed From The Gallows


"Sweetheart, sweetheart, sweetheart,
Did you bring gold
For to pay this hangman's fee,
Or did you come to see me swingin'
High from this hangman's tree,
High from this hangman's tree?"

"Darlin', darlin', darlin',
I brought you that gold
For to pay that hangman's fee,
'Cause I don't want to see you swingin', swingin'
High from no hangman's tree,
High from no hangman's tree."


Richard Bona - Munia: The Tale


dimarts, 24 de juliol del 2012

Simone Weil - Reflexiones

Reflexiones escogidas de diversas obras de Simone Weil
Selección por Enrique Eskenazi

Hay que preferir el infierno real al paraíso imaginario.

Lo que es real en la percepción y la distingue del sueño no son las sensaciones: es la necesidad que las sensaciones involucran. "¿Por qué esas cosas y no otras?" "Es así". En la vida espiritual, ilusión y verdad se distinguen de la misma manera. Lo que es real en la percepción y la distingue del sueño, no son las sensaciones, es la necesidad. Distinción entre los que permanecen en la caverna, cerrando los ojos e imaginando el viaje, y aquellos que lo hacen. Hay lo real y lo imaginario también en lo espiritual, y también en este caso la diferencia reside en la necesidad. En cuanto al sentido interno, nada más engañoso.

Todos los pecados son intentos de llenar vacíos.

Un ateo puede ser simplemente alguien cuya fe y amor se concentran en los aspectos impersonales de Dios.


Las doctrinas carecen de propósito en sí mismas, pero es indispensable tener una aunque más no sea para evitar ser engañado por falsas doctrinas.

Una injuria es la transferencia a los demás de la degradación que llevamos en nosotros.

Una mente encerrada en el lenguaje está aprisionada.

Un criterio de lo real es que es duro y rugoso. En ello se encuentran alegrías, pero no lo agradable. Lo agradable pertenece a lo imaginario.

El arte es el símbolo de los dos esfuerzos humanos más nobles: construir y abstenerse de destruir.

En el fondo del corazón de cada ser humano, desde la infancia más temprana hasta la tumba, hay algo que continúa esperando indómitamente, a pesar de toda experiencia de los crímenes cometidos, sufridos y presenciados, que se hará el bien y no el mal.

La belleza siempre promete, pero nunca da nada.

Caridad. Amar a los seres humanos en tanto son nada. Esto es amarlos como lo hace Dios.

La cultura es un instrumento esgrimido por los maestros para manufacturar maestros que, a su vez, manufacturarán aún más maestros.

Toda vida perfecta es una parábola inventada por Dios.

El mal no es ni sufrimiento ni pecado; es ambas cosas a la vez, es algo común a ambos. Pues están conectados; el pecado nos hace sufrir, y el sufrimiento nos hace malos, y este indisoluble complejo de sufrimiento y pecado es el mal en el que estamos sumergidos en contra de nuestra voluntad, y para nuestro horror.

El fuego destruye lo que le alimenta.

La fuerza es tan implacable para el que la posee, o cree que la posee, como para sus víctimas; a estas las aplasta, al primero le intoxica. La verdad es que nadie la posee.

Aprende a rechazar la amistad, o más bien el sueño de la amistad. Querer amistad es una gran falta. La amistad debiera ser una alegría gratuita, como las alegrías que proporciona el arte, o la vida (como los goces estéticos). Tengo que rechazarla a fin de ser merecedora de recibirla.

La gracia llena los vacíos, pero sólo puede entrar donde hay un vacío para recibirla, y es la misma gracia la que hace este vacío.

Descartar las creencias que colman el vacío, suavizadoras de amarguras. La de la inmortalidad, la de la utilidad de los pecados... La del orden providencial de los acontecimientos; en suma, los "consuelos" que comúnmente se buscan en la religión.

Cada vez que padecemos un dolor, podemos decir en verdad que es el universo, el orden del mundo el que nos entra en el cuerpo.

Actitud de súplica: debo necesariamente dirigirme a algo que no sea yo misma, puesto que se trata de liberarme a mí misma. Intentar esta liberación con mi propia energía sería ser como una vaca que tira de su rienda y cae de rodillas. La liberación sólo puede venir de lo alto".

Los seres humanos están hechos de tal modo que los que oprimen no sienten nada; es la persona oprimida la que siente lo que está ocurriendo. A menos que uno se haya puesto del lado del oprimido, para sentir con él, uno no puede entender.

El ser humano no escapa a las leyes de este mundo sino por la breve duración de un relámpago. Instantes de tregua, de contemplación, de intuición pura, de vacío mental, de aceptación del vacío moral. Sólo en esos instantes es capaz de lo sobrenatural.

Aceptar que los otros son distintos a las criaturas de nuestra imaginación es imitar el renunciamiento de Dios. Yo también soy distinta de lo que imagino ser. Saberlo es el perdón.

Amar es reconocer que los demás son otros, y no criaturas de nuestra imaginación.
Tratar de amar sin imaginar. Amar la apariencia desnuda y sin interpretación. Lo que entonces se ama es verdaderamente Dios.

Después de haber pasado por el bien absoluto se vuelven a encontrar los bienes ilusorios y parciales, pero en un orden jerárquico que no permite buscar un bien sin preocuparnos por el otro. Ese orden es trascendente con respecto a los bienes que relaciona, y un reflejo del orden absoluto.

El amor no es consuelo, es luz.

Es una cobardía buscar en los que se ama (o desear darles) otro consuelo que el que nos dan las obras de arte, que nos ayudan por el simple hecho de que existen.

El amor tiene necesidad de realidad. Amar a través de una apariencia corporal a un ser imaginario, ¿qué hay de más atroz, cuando uno se apercibe de ello? Más atroz que la muerte, pues la muerte no evita que el amado haya sido. Es el castigo al crimen de haber alimentado el amor con lo imaginario.

Amar puramente es consentir la distancia, es adorar la distancia entre el yo y lo que se ama.

Las mismas palabras (por ejemplo un hombre le dice a su mujer: te amo) pueden ser vulgares o extraordinarias según la forma en que se las pronuncie. Y esa forma depende de la profundidad de la región del ser de donde provienen, sin que la voluntad pueda nada. Y por un acorde maravilloso tocan en quien escucha la misma región del ser. Por eso quien escucha puede discernir, si tiene discernimiento, lo que valen esas palabras.

Perder a alguien: se sufre porque el ausente, o el muerto, se convierte en lo imaginario, es decir: lo falso. Pero el deseo de él no es imaginario. Descender hasta dentro de sí mismo, hasta donde reside el deseo que es real. Hambre: uno imagina alimentos; pero el hambre es real: asirse al hambre.

Lo imaginario se ocupa continuamente de cerrar todas las hendiduras por donde pasaría la gracia.

El pasado y el futuro entorpecen el efecto saludable de la desdicha presente, ofreciendo un campo ilimitado a las construcciones imaginarias. Por eso, la renuncia al pasado y al porvenir es la primera de las renuncias.

El humanismo no se equivocaba al pensar que la verdad, la belleza, la libertad y la igualdad son de infinito valor, sino al creer que el hombre puede obtenerlas sin la gracia.

Se trata siempre de una relación con el tiempo. Perder la ilusión de que se posee el tiempo. Encarnarse. El hombre debe realizar el acto de encarnarse, pues está desencarnado por lo imaginario. Lo que en nosotros procede de Satán es lo imaginario.

Moral y literatura. Nuestra vida real está compuesta en más de sus tres cuartas partes de imaginación y de ficción. Son raros los verdaderos contactos con el bien y el mal.

¿Por qué la voluntad de combatir un prejuicio es una señal cierta de que se está impregnado por él? Procede necesariamente de una obsesión. Constituye un esfuerzo absolutamente estéril para librarse de él. La luz de la atención en casos semejantes es la única eficaz, y no es compatible con una intención polémica.

La humildad es atenta paciencia.

Los fariseos eran gente que contaba con su propia fuerza para ser virtuosos. La humildad consiste en saber que lo que se llama "yo" no tiene ninguna fuente de energía que le permita elevarse.

Hay quienes tratan de elevar su alma como quien se dedica a saltar continuamente, con la esperanza de que, a fuerza de saltar cada vez más alto, llegue el día en que alcance el cielo para no volver a caer. Ocupado en ello, no puede mirar al cielo. Los seres humanos no podemos dar un solo paso hacia el cielo. La dirección vertical nos está prohibida. Pero si miramos largamente al cielo, Dios desciende y nos toma fácilmente. Como dice Esquelo: "Lo divino es ajeno al esfuerzo". Hay en la salvación una facilidad más difícil para nosotros que todos los esfuerzos.

En un cuento de Grimm se celebra un concurso de fuerza entre un gigante y un sastrecillo. El gigante lanza una piedra que tarda mucho tiempo en caer. El sastreillo suelta un pájaro que no cae. Lo que no tiene alas acaba siempre por caer. Dado que la voluntad es impotente para operar en la salvación, la noción de moral laica es un absurdo. Pues lo que se llama moral no apela más que a la voluntad y a lo que ésta tiene, por decirlo así, de más muscular. La religión, por el contrario, corresponde al deseo y es el deseo lo que salva.

Todo lo que es precioso en mí, sin excepción, viene de otra parte, no como un don sino como un préstamo que debe renovarse sin cesar. Todo lo que es mío, sin excepción, carece absolutamente de valor; y entre los dones recibidos, todo lo que me apropio pierde de inmediato su valor.
No poseemos nada en el mundo -puesto que el azar puede quitarnos todo- sino el poder decir "yo". Es eso lo que hay que dar a Dios, es decir, destruirlo. No hay absolutamente ningún acto libre que nos sea permitido sino la destrucción del yo.

Ofrenda: no se puede ofrecer otra cosa que el yo, y todo lo que se llama ofrenda no es otra cosa que un rótulo puesto sobre un desquite del yo.

La idolatría proviene de que teniendo sed de un bien absoluto, no se posee la atención sobrenatural, ni la paciencia para dejarlo obrar.

Si estamos padeciendo enfermedad, pobreza o infortunio, creemos que estaremos satisfechos el día en que cese. Pero también eso es falso; tan pronto como uno se acostumbra a no sufrir, se desea algo más.

Si vamos dentro de nosotros mismos, encontramos que poseemos exactamente lo que deseamos.

La armonía es la unidad de los contrarios; los contrarios son ese ser que constituye el centro del mundo y ese otro que es un fragmentito dentro de la totalidad del mundo. Sólo puede haber unidad cuando el pensamiento emprende con todo cuanto abarca una operación similar a la que permite percibir el espacio rebajando a su verdadero rango las ilusiones de la perspectiva. Hay que reconocer que el centro del mundo no es algo que esté dentro del mundo, el centro del mundo está fuera del mundo, y nadie aquí abajo tiene derecho ha decir yo. Hemos de renunciar en favor de Dios y por amor a El y a la verdad a ese poder ilusorio del pensar en la primera persona que El nos ha concedido. Nos lo ha concedido para que por amor podamos renunciar a él. Sólo Dios tiene derecho a decir: "Yo soy"; "Yo soy" es su nombre, y ningún otro ser tiene ese nombre. Esa dejación, sin embargo, no consiste en trasladar a Dios la posición de uno mismo como centro del mundo, igual que hacen algunos trasladándola a otro hombre... El "Yo soy" de Dios, que es auténtico, difiere infinitamente del ilusorio "yo soy" de los hombres... Unicamente renunciando auténticamente al poder de pensarlo todo en primera persona, renuncia que no es una simple transferencia, puede el hombre llegar a saber que los demás hombres son sus semejantes. Esa renuncia no es otra cosa que el amor a Dios, independientemente de que el nombre de Dios esté o no presente en el pensamiento.

En relación a Dios, somos como un ladrón al que, habiendo entrado para robar en la casa de un dueño amable, este le ha permitido quedarse una parte del oro. Desde el punto de vista del dueño legal, este oro es un don; desde el punto de vista del ladrón es un robo. Tiene que ir y devolverlo. Lo mismo ocurre con nuestra existencia. Hemos robado un poco del ser de Dios para hacerlo nuestro. Dios nos ha hecho un don. Pero lo hemos robado. Debemos devolverlo.

El espíritu no está forzado a creer en la existencia de nada (subjetivismo, idealismo absoluto, solipsismo, escepticismo: ver las Upanishads, los taoístas, Platón: todos usan esta actitud filosófica a modo de purificación).

Es porque el único órgano de contacto con la existencia es la aceptación, el amor. Por eso, belleza y realidad son idénticas. Por eso la alegría y el sentimiento de la realidad son la misma cosa.

En la soledad estamos en presencia de la mera materia (incluso el cielo, las estrellas, la luna, los árboles en flor), cosas acaso de menor valor que un espíritu humano. Su valor yace en la mayor posibilidad de atención.

Al luchar contra la angustia uno nunca produce serenidad; la lucha contra la angustia sólo produce nuevas formas de angustia.

En la Iglesia, considerada como un organismo social, los misterios inevitablemente degenera en creencias.

El gran error de los marxistas y de todo el siglo XIX ha sido creer que al marchar hacia adelante se sube en el aire.

En este mundo, sólo aquellos que han caído hasta el grado más bajo de humillación, muy por debajo de la mendicidad, que no sólo no son tenidos en cuenta socialmente sino que son considerados como carentes de esa primaria dignidad humana, la misma razón -sólo esa gente, de hecho, es capaz de decir la verdad. Todos los demás mienten.

La desgracia deja heridas que sangran gota a gota, incluso en el sueño; así poco a poco entrenan a la fuerza al hombre y le disponen para la sabiduría a pesar de él mismo.

Nada puede tener como destino otra cosa que su origen. La idea opuesta, la idea de progreso, es veneno.

El verdadero genio no es más que la virtud sobrenatural de la humildad en el dominio del pensamiento.

La capacidad de dar la propia atención a quien sufre es algo muy raro y difícil; es casi un milagro; es un milagro. Casi todos los que creen que tienen esta capacidad no la poseen. La calidez de corazón, la impulsividad, la compasión no son suficiente.

La forma contemporánea de verdadera grandeza está en una civilización fundada en la espiritualidad del trabajo.

La destrucción del pasado es acaso el mayor de los crímenes.

El método adecuado de la filosofía consiste en concebir claramente los problemas insolubles en toda su insolubilidad y luego en contemplarlos, fija e incansablemente, año tras año, sin ninguna esperanza, aguardando pacientemente.

Hay algo más que tiene el poder de despertarnos a la verdad. Son las obras de los escritores de genio. Nos dan, bajo el disfraz de la ficción, algo equivalente a la densidad efectiva de lo real, esa densidad que la vida nos ofrece cada día pero que somos incapaces de captar porque nos entretenemos con mentiras.

Aquellos que son desgraciados no necesitan nada en este mundo salvo gente capaz de darles su atención.

Los que aman una causa son los que aman la vida que ha de llevarse a fin de servirla.

Estar arraigada es acaso la necesidad más importante y menos reconocida del alma humana.

Detentar poder es degradante. Poseerlo degrada.

La fuerza que mata es una forma sumaria, grosera, de la fuerza. Mucho más variada en sus procedimientos y sorprendente en sus efectos es la otra fuerza, la que no mata; es decir, la que no mata todavía. Matará seguramente, o matará quizá, o bien está suspendida sobre el ser al que en cualquier momento puede matar; de todas maneras, transforma al hombre en piedra. Del poder de transformar un hombre en cosa matándolo procede otro poder, mucho más prodigioso aun: el de hacer una cosa de un hombre que todavía vive. Vive, tiene un alma, y sin embargo es una cosa. Ser muy extraño, una cosa que tiene un alma; extraño estado para el alma. ¿Quién podría decir cómo el alma en cada instante debe torcerse y replegarse sobre sí misma para adaptarse a esta situación? No ha sido hecha para habitar una cosa, y cuando se ve obligada a hacerlo no hay ya nada en ella que no sufra violencia.

A nosotros, los occidentales, nos ha ocurrido algo muy extraño con el cambio del siglo; sin advertirlo, perdimos la ciencia, o al menos eso que se había llamado por eso nombre durante los últimos cuatro siglos. Lo que tenemos ahora en lugar de ello es algo diferente, radicalmente diferente, y no sabemos lo que es. Nadie lo sabe.

Escribir las vidas de los grandes hombres, separándolos de sus obras, acaba necesariamente por acentuar su pequeñez sobre todo, porque es en sus obras donde ha puesto lo mejor de sí mismos.

Lo que envilece la inteligencia degrada al ser humano entero.

Cuando una contradicción es imposible de resolver salvo por una mentira, entonces sabemos que realmente es una puerta.

Una vez que cierta clase de gente ha sido colocada por las autoridades temporales y espirituales fuera de los rangos de aquellas cuya vida tiene valor, entonces nada llega más naturalmente a los hombres que el asesinato.
Una mujer muy bella que mira su imagen en un espejo, bien puede creer que ella es eso. Una mujer fea, sabe que no lo es.

Monotonía del mal: nada nuevo, todo es equivalente. Nada real, todo es imaginario. A causa de esta monotonía la cantidad juega un papel tan importante. Muchas mujeres (Don Juan), muchos hombres (Celimene), etc. Condenado a la falsa infinitud. Es el infierno mismo.

Para alcanzar el total desapego, la desgracia no basta. Es necesaria una desgracia sin consuelo. Es necesario no tener consuelo. Ningún consuelo representable. El consuelo inefable desciende entonces.

No debo amar mi sufrimiento porque es útil, sino porque es.

Es necesario no que los iniciados aprendan algo, sino que se opere en ellos una transformación que los haga aptos para recibir la enseñanza.

Cuando algo parece imposible de obtener, por más esfuerzos que se haga, indica un límite infranqueable en ese nivel y la necesidad de un cambio de nivel, de una ruptura del techo. Agotarse en esfuerzos en ese nivel degrada. Más vale aceptar el límite, contemplarlo y saborearlo en toda su amargura.

La imposibilidad es la puerta hacia lo sobrenatural. Sólo podemos golpear. Es otro el que abre.

Parte del mal que está en nosotros lo arrojamos, lo proyectamos sobre los objetos de nuestra atención y nuestro deseo. Y esos objetos nos lo devuelven, y parece como si el mal viniera de ellos. Por eso llegamos a sentir odio y asco por los lugares en que nos encontramos sumidos en el mal; nos da la impresión de que esos lugares nos aprisionan en el mal. Es así como los enfermos llegan a odiar su habitación y su entorno, aun cuando esté formado por seres queridos; así también como los obreros llegan a odiar su fábrica, etc.

Nos asombremos de que la desgracia no ennoblezca. Es que, cuando se piensa en un desgraciado, se piensa en su desgracia. Pero el desgraciado no piensa en su desgracia: tiene un alma llena de cualquier alivio que puede codiciar.

Si alguien no es capaz de entender los modelos inalterables de las cosas, no se debe a una falta de inteligencia; se debe a falta de resistencia moral.

Sin duda hay matemáticos en la caverna (platónica), pero su atención está puesta en los honores, rivalidades, competiciones, etc.

Si uno permanece en la caverna, por muy fácilmente que sea capaz de observar todas las reglas externas de virtud, uno nunca será virtuoso. La vida intelectual y la vida moral son una.

Los sabios tienen que regresar a la caverna, y actuar allí. Uno tiene que llegar al estadio en que el poder esté en manos de quienes lo rechazan, y no de aquellos que ambicionan poseerlo.

Dios sólo podía crear escondiéndose. De otro modo no habría habido nada sino él mismo.

Creer en Dios no es una decisión que podamos tomar. Todo lo que podemos hacer es decidir no dar nuestro amor a falsos dioses. En primer lugar, podemos decidir no creer que el futuro contiene para nosotros un bien suficiente. El futuro se hace con la misma substancia que el presente.

No depende del hombre buscar o incluso creer en Dios. Sólo tiene que rehusar creer en todo lo que no es Dios. Este rechazo no presupone la creencia. Basta reconocer, cosa obvia para cualquier mente, que todos los bienes de este mundo, pasados, presentes o futuros, reales o imaginarios, son finitos y limitados y radicalmente incapaces de satisfacer el deseo, perpetuamente ardiente en nosotros, de un bien infinito y perfecto... No es cuestión de dudar de sí o de buscar. El hombre sólo tiene que persistir en su rechazo, y un día u otro Dios vendrá a él.

Todos sabemos que no hay bien en este mundo, que todo lo que aquí aparece como bien es finito, limitado, se agota y, una vez agotado, la necesidad se muestra al desnudo. Probablemente en la vida de todo ser humano ha habido algún momento en el que se ha confesado a sí mismo con claridad que no hay bien en este mundo. Pero en cuanto se percibe esta verdad se la recubre de mentira. Muchos que jamás han podido soportar el mirarla de frente por más de un segundo se complacen en proclamarla buscando en la tristeza un placer mórbido. Los hombres perciben que hay un peligro mortal en mirar de frente esta verdad durante un tiempo prolongado. Y es cierto; ese conocimiento es más mortífero que una espada, la muerte que inflige produce más miedo que la muerte carnal. Con el tiempo mata en nosotros todo lo que llamamos "yo". Para sostener esa mirada hay que amar la verdad más que la vida.

Sólo Dios es capaz de amar a Dios. Lo único que nosotros podemos hacer es renunciar a nuestros sentimientos propios para dejar paso a ese amor en nuestra alma. Esto significa negarse a sí mismo. Sólo para este consentimiento hemos sido creados.

Hay que saber que el amor es una orientación y no un estado del alma. Si se ignora, se cae en la desesperación al primer embate de la desdicha.

La extrema grandeza del cristianismo proviene de que no busca un remedio sobrenatural para el sufrimiento, sino un uso sobrenatural de las sufrimientos.

No hay que ser yo, pero menos aún nosotros. La ciudad da el sentimiento de estar en la propia casa. Sentirse en la propia cosa como en el destierro. Estar arraigado en la ausencia de lugar.

Desarraigarse social y vegetativamente. Exilarse de toda patria terrestre. Hacerle todo esto a otro, desde afuera, es el ersatz  de la desereación. Es producir lo irreal. Pero desarraigándose se busca más realidad.

Pedir no la solución de mis miserias, sino la gracia que las transfigure.

Nada hay puro en este mundo, salvo los objetos y los textos sagrados, la belleza de la naturaleza (si se la contempla en sí misma, sin tratar de alojar en ella las fantasías propias) y, en menor grado, los seres humanos en los que Dios habita y las obras artísticas surgidas de la inspiración divina.

El espíritu que sucumbe bajo el peso de la cantidad no tiene otro criterio que la eficacia.

De manera natural no tenemos nocón más que de las realidades de este mundo. El pasado es algo real a nuestro nivel, pero de ningún modo está a nuestro alcance, hacia el cual no podemos dar ni un solo paso, hacia el cual sólo podemos orientarnos para que nos llegue alguna emanacón suya. Por ello el pasado es la mejor imagen de las realidades eternas, sobrenaturales. (La alegría, la belleza del recuerdo tal vez obedezcan a esto)

El olvido; de nuevo una imagen de una profundidad insondable. Lo que hemos olvidado de nuestro pasado -ej. una emoción- no existe absolutamente. Y sin embargo las cosas de nuestro pasado que hemos olvidado no conservan menos la plenitud de su realidad, la realidad que les es propia, que no es existencia, pues hoy el pasado no existe, que es realidad pasada.

El uso de la razón torna las cosas transparentes al espíritu. Pero lo transparente no se ve. Se ve lo opaco a través de lo transparente, lo opaco que estaba oculto cuando lo transparente no era transparente.

Se ve el polvo sobre el vidrio, o el paisaje detrás del vidrio, pero no el vidrio. Limpiar el polvo sirve para ver el paisaje.

La razón debe ejercer su función sólo para llegar a los verdaderos misterios, a las verdades indemostrables que son lo real. Lo incomprendido oculta lo incomprensible; por ese motivo debe eliminarse.

La parte sobrenatural aquí abajo es secreta, silenciosa, casi invisible, infinitamente pequeña. Pero es decisiva. Proserpina no creía que cambiarla su destino al comer un sólo grano de granada y desde ese instante para siempre el otro mundo fue su patria y su reino.

Este efecto decisivo de lo infinitamente pequeño es una paradoja que la inteligencia humana tiene dificultad en reconocer. Por esta paradoja se cumple la sabia persuasión de que habla Platón. Esa persuasión por medio de la cual la providencia divina lleva a la necesidad a orientar la mayor parte de las cosas hacia el bien.

La naturaleza, que es un espejo de las verdades divinas, presenta en todas partes una imagen de esta paradoja. Así los catalizadoras, las bacterias. Con relación a un sólido, un punto es infinitamente pequeño. Sin embargo en cada cuerpo es un punto el que triunfa sobre toda la masa, puesto que si está sostenido el cuerpo no cae; ese punto es el centro de gravedad. Pero un punto sostenido no impide que una casa caiga salvo si está dispuesta simétricamente a su alrededor o si la asimetría implica ciertas proporciones. La levadura levanta la masa únicamente cuando se mezcla con ella. El catalizador no actúa sino en contacto con los elementos de la reacción. Igualmente existen condiciones materiales para la operación sobrenatural de lo divino presente aquí abajo en la forma de lo infinitamente pequeño.

Hay que atravesar la perpetuidad de los tiempos en un tiempo finito. Para que esto, que es contradictorio, sea posible, es necesario que la parte del alma que está a la altura del tiempo, la parte discursiva, la parte que mide, sea destruida. No es destruida más que por la desdicha aceptada o por una alegría intensa hasta el punto de precipitar en la contemplación pura.

Hay tanto de sacrificio, de renuncia, en el fondo de la alegría como en el fondo del dolor.

El verdadero camino existe. Platón y muchos otros lo han recorrido. Pero sólo está abierto para aquellos que, reconociéndose incapaces de encontrarlo, ya no lo buscan, y sin embargo no dejan de desearlo con exclusión de toda otra cosa. A ellos les está acordado nutrirse de un bien que, situado fuera de este mundo, no está sometido a ninguna influencia social. Es el pan trascendente a que se refiere el texto original del Padre Nuestro.

dilluns, 23 de juliol del 2012

Richard Bona - Muto Bye Bye

Birgitta Trotzig

“Es una trivialidad que la poesía no sea un reflejo directo de la descripción de la realidad: trivialidad que ha sido para mí un dilema existencial. Atrapar la realidad –“realidad”– pero ¿cómo?". 

La luz llega como un ácido, penetra, corroe, flotan las islas de la piel del pasado con grandes poros, flotan y dan vueltas, es un remolino
bocas fracturadas, negras, llenas de heridas. Ojos diluidos, deslumbrados, de las pupilas inexistentes la luz ve la luz imparable


***


El olor del matadero
Las partes blandas de la humanidad son aplastadas, troceadas, machacadas


***


Las caras se exhuman como piedras. El sol en el cielo, inmovilidad. La sombra de luz llameando succiona pájaros, viento, tierra. La inmovilidad está en fuerte movimiento. La piel ciega crece sobre la herida. Las caras estallan.


Los niños están sentados al borde del camino.
Ven visiones.
Ven un mar, un mar de sangre.


***


La membrana brillante que fulgura y, debajo, la realidad sangrienta como una entraña.


***


Uno piensa en un edificio rígido como una nube transparente e inmóvil que sonríe, el edificio crece en los cerebros, se hace cada vez más alto, ahora se yergue y se mece sobre la tierra. La gran máquina del mundo lo cubre todo y se cierra. La vigilancia, que habla sin cesar aunque sea muda, es total. Las almas pesadas se hunden, van a parar al fondo del palacio de cristal, ahora está claro que las almas existen, se dibujan claramente desgarbadas, gateando, lesionadas, heridas, incompletas


***


Cómo es el mundo. Ellos cargan la culpa que me toca. El manicomio es negro. Allí aparecen y viven caras maravillosas. Se alzan de la culpa que todos compartimos. Sobresalen de las paredes asesinas y pegajosas como plantas de un material completamente diferente, claro, fresco, orgánico, crecen en la culpa como la rosa en la sangre negra. La masa de caras salvaje sucia y dulce.


***


Cuánto ha cambiado el mundo y cuánto ha vuelto a cambiar, cuántas vueltas ha dado la rueda del espíritu del mundo. Cuán lejanos están esos destinos ¿quién lee sus cartas todavía? Luz del ocaso, inmutable y helada a través de los pinos (agujas de pinos sobre las tumbas, como cuando el siglo era un niño, agujas de pino en la arena, recuerdo del sabor del mar) -¿eligieron bien o eligieron mal? La tierra del otoño. Los que eligieron bien y los que eligieron mal forman ahora el mismo campo, abandonado


***


Un raro hedor, un gato muerto. Los contornos de los huesos sobresalen contra el pellejo y el pelo mojado, un gato barcino demacrado y de sucio pelaje, es la humillación de la fuerza perfecta del cuerpo y de la astucia, es un desecho, uno de los millones de objetos de basurero segregados por la gran urbe -una pequeña cara animal semejante a la de un niño y al mismo tiempo a la antigua cara del poder, mirando fijamente con grandes ojos rígidos que, en el momento postrero, no se cerraron, y ya nunca más podrán cerrarse, ahora miran hacia una existencia que no pertenece a la vida ni a la muerte, un estado intermedio, laberíntico y siniestro


***


Que la vida se abre. Ha sido tocada y se abre
Aún cunde el silencio del nacimiento, la quietud inmóvil viviente.
Las plantas crecen en la tierra, los cuerpos en las tumbas. El sol cae a través del ojo multicolor que irradia


***


La forma verbal, un pájaro del alma, sale volando de la boca del cuerpo humano, un acontecimiento inasible está ocurriendo: la epidermis del yo desaparece, el lenguaje sale volando como un ave migratoria a través del mundo, por sobre los mares, el mundo también vuela.


***



La culpa tapa todas las grietas. La culpa lo deja todo entero y sin vida, un bloque cerrado. Ni una sola entrada por ningún sitio, soledad cerrada, sellada
La reconciliación es: ruptura, trituración, movimiento hacia el exterior


***


la vida hace daño, la vida estropea, la gente se inclina y se dobla negándose


***


Las sienes de los niños son delicadas y en ellas se acurruca una sombra especial, como si estuvieran debajo de un ala. La infinitud de la vida se mete en ellas de visita, allí elige sus caminos incontables, sus desfiladeros, sus veredas, sus fuentes subterráneas


***


El silencio es una garganta. La laringe no puede.


***


(El sentimiento así: que si hubiera sabido cantar -si hubiera tenido voz- entonces yo hubiera sido yo. Entonces no hubiera tenido que escribir sino sólo ser)


***


El hombre es una mariposa extraña


***


Del pelo crece la hierba


***


Yo tuve un sueño. El niño muerto yacía en el musgo. Una voz dijo: ¡Desespérate! Todo lo demás es hipocresía. ¡Desespérate!
Pero el niño que fue enterrado – de su delicado pecho silencioso crece una tormenta, una canción enfurecida más aterradora que el fin del mundo


Birgitta Trotzig, Contexto. Material (Visor)






Richard Bona - Dina Lam


Dina Lam (Incantation) by Richard Bona on Grooveshark



iii...

Improvitzant amb Bobby McFerrin 

diumenge, 22 de juliol del 2012

Pt. Chhannulal Mishra - Thumri


¡Suficiente! ahora para
de tocar tu flauta, oscuro amante
el corazón de esta chica de braja está excitado,
te pregunto, por favor para de tocar
no vengas a mi lado todo el tiempo
y si debes venir,
tan solo no toques tu flauta
te estoy advirtiendo ahora:
si tu tienes que tocar esa flauta
entonces tienes que ser mío
no serás capaz de ir a ninguna otra parte
¿dejarás de tocar ahora?

divendres, 20 de juliol del 2012

Dulce Pontes - O Infante



O Infante - Fernando Pessoa

Deus quer, o homem sonha, a obra nasce.
Deus quis que a terra fosse toda uma,
Que o mar unisse, já não separasse.
Sagrou-te, e foste desvendando a espuma,
E a orla branca foi de ilha em continente,
Clareou, correndo, até ao fim do mundo,
E viu-se a terra inteira, de repente,
Surgir, redonda, do azul profundo.
Quem te sagrou criou-te português.
Do mar e nós em ti nos deu sinal.
Cumpriu-se o Mar, e o Império se desfez.
Senhor, falta cumprir-se Portugal!


O infante by Dulce Pontes on Grooveshark

dijous, 19 de juliol del 2012

Omara Portuondo - ¿Dónde estabas tú?

¿Dónde Estabas Tú? by Omara Portuondo on Grooveshark

El Arte de Amargarse la Vida - Paul Watzlawick


Feodor Mijailovich Dostoievski escribía: 

“¿Qué puede esperarse de un hombre? Cólmelo usted de todos los bienes de la tierra, sumérjalo en la felicidad hasta el cuello, hasta encima de su cabeza, de forma que a la superficie de su dicha, como en el nivel del agua, suban las burbujas, dele unos ingresos para que no tenga más que dormir, ingerir pasteles y mirar por la permanencia de la especie humana; a pesar de todo, este mismo hombre de puro desagradecido, por simple descaro, le jugará a usted en el acto una mala pasada. A lo mejor comprometerá los mismos pasteles y llegará a desear que le sobrevenga el mal más disparatado, la estupidez más antieconómica, solo para poner a esta situación totalmente razonable su propio elemento fantástico de mal agüero. Justamente, sus ideas fantásticas, su estupidez trivial, es lo que querrá conservar...”


Aquí, algunos extractos referidos al pasado de esta irónica (y, como resultado, divertida y relevadora) guía para alcanzar la amargura:

El tiempo sana las heridas, pero si quieres ser desdichado hay cuatro mecanismos a tu disposición

1. La sublimación del pasado. Para lograrlo, no basta recordar el pasado triste, sino verlo como una época bella y perdida que ya no regresará jamás. No hay que perder la oportunidad de sufrir por las relaciones amorosas pasadas aún y cuando ya no tengan arreglo y a pesar de todas las pruebas de que eso no funciona, como el hecho de sentirte mal y de que tus amigos te digan que te dañas, aférrate a la relación y a la posibilidad de reconciliarte. Lo mejor es dejar de hacer todo y sentarte al lado del teléfono a esperar esa llamada. Si esa llamada nunca llega, busca inmediatamente una relación parecida a la anterior.

2. La mujer de Lot. Como la mujer de Lot que el ángel le dijo a Lot y a su familia, "Escapa. No mires atrás, ni te detengas. Pero la mujer de Lot miró atrás y se convirtió en estatua de sal. Hay que vivir de esa manera sin permitir que el presente traiga novedades o felicidad, ni que la vida pueda cambiar 180 grados, aférrate al pasado lo más que puedas.

3. Arrepentimiento. Si has cometido errores DEBES PAGAR POR ELLO CON CULPA, pero para afinar el tormento DEBES SER VÍCTIMA, cuanto mejor si no tuviste cooperación en el asunto. Debes ofenderte ante la idea de remediar la situación, y culpar a Dios, al mundo, al destino, a la naturaleza a la sociedad, a los padres, a los parientes y a los amigos. Escucha canciones deprimentes, presta atención a comentarios del tipo "a este mundo venimos a sufrir". Piensa que es demasiado tarde para arreglar las cosas, ubicate en la torre de marfil pensando que las heridas jamás se van a curar. Y algo que agrega un plus de sufrimiento consiste en responsabilizar el pasado incluso del bien y sacar un capital de la desdicha presente.

4. Realiza más de lo mismo. No soluciones los problemas, sino que haz más de lo mismo. No veas tus esfuerzos vanos y fallidos como fracasos, al contrario aférrate a estrategias inútiles e ineficaces y triunfa en el arte de la amargura. No comprendas que hasta el menor de los organismos se adapta, evoluciona y cambia. Piensa Y AFÉRRATE a que sólo existe una solución. Ello acarrea una doble obcecación: primero que con el paso del tiempo la adaptación deja de ser lo mejor posible y segundo, que junto a ella hubo soluciones distintas.
Esta doble obcecación tiene dos consecuencias: primera, convierte la solución intentada en progresivamente más ineficaz y la situación en progresivamente más difícil; y segunda, lleva el peso creciente del mal a la única consecuencia lógica aparentemente posible, a la convicción de no haber hecho todavía bastante para la solución del mal. La fórmula es fácil, se aplica más cantidad de la misma "solución" y se cosecha más cantidad de la misma miseria. (Extraído de "El Blog de la Librería Paidós")

diumenge, 15 de juliol del 2012

dissabte, 14 de juliol del 2012

Cine4Ubik

Proyecciones de clásicos antiguos y modernos de el cine mundial con música electro-acústica totalmente en vivo, tocada en tiempo real por uno o mas músicos usando instrumentos acústicos (vientos, percusiones, voz, etc.) y electrónicos (saxo midi, maquina de loop, etc.).

Música compuesta en tiempo real con la proyección de la película, donde  todas las variables, como por ejemplo los espectadores, van a influir con la composición de la misma, (improvisación “guiada”).

Este proyecto quiere actualizar y revalorar el arte del Cine mudo con clásicos de autores como: Chaplin y Lang entre otros creando una  conexión entre esta antigua “arte” con el mundo de el arte contemporáneo; sin limites de genero o prejuicios, con una sala de cine como lugar físico de encuentro, “el ahora” como lugar temporal y el publico como “juez” inapelable. Una ocasión para ver películas con mas de un siglo de edad, obras de arte sin tiempo en su hábitat original:”la gran pantalla”.

Proyecto dirigido a toda la familia para mezclar antiguos recuerdos de padres y abuelos con nuevas “experiencias audiovisuales” juntos con hijos y nietos.




Freddie Hubbard - Backlash


Backlash by Freddie Hubbard on Grooveshark