diumenge, 28 de febrer del 2010

divendres, 26 de febrer del 2010

John Lee Hooker & Miles Davis - Bank Robbery

Sergei Prokofiev - Romeo and Juliet

Suite no. 2 from Romeo and Juliet, op. 64ter: Montagues & Capulets

dijous, 25 de febrer del 2010

Salif Keita - Debagnouma





dimecres, 24 de febrer del 2010

Suzzana Owio - Vyie

Boubacar Traoré















Mariama Kaba



Boubacar Traoré & Ali Farka Toure - Duna Ma Yelema

dimarts, 23 de febrer del 2010

dissabte, 20 de febrer del 2010

dimecres, 17 de febrer del 2010

Dress Rehearsal Rag - Leonard Cohen



Four o'clock in the afternoon
and I didn't feel like very much.
I said to myself, "Where are you golden boy,
where is your famous golden touch?"
I thought you knew where
all of the elephants lie down,
I thought you were the crown prince
of all the wheels in Ivory Town.
Just take a look at your body now,
there's nothing much to save
and a bitter voice in the mirror cries,
"Hey, Prince, you need a shave."
Now if you can manage to get
your trembling fingers to behave,
why don't you try unwrapping
a stainless steel razor blade?
That's right, it's come to this,
yes it's come to this,
and wasn't it a long way down,
wasn't it a strange way down?
There's no hot water
and the cold is running thin.
Well, what do you expect from
the kind of places you've been living in?
Don't drink from that cup,
it's all caked and cracked along the rim.
That's not the electric light, my friend,
that is your vision growing dim.
Cover up your face with soap, there,
now you're Santa Claus.
And you've got a gift for anyone
who will give you his applause.
I thought you were a racing man,
ah, but you couldn't take the pace.
That's a funeral in the mirror
and it's stopping at your face.
That's right, it's come to this,
yes it's come to this,
and wasn't it a long way down,
ah wasn't it a strange way down?

Once there was a path
and a girl with chestnut hair,
and you passed the summers
picking all of the berries that grew there;
there were times she was a woman,
oh, there were times she was just a child,
and you held her in the shadows
where the raspberries grow wild.
And you climbed the twilight mountains
and you sang about the view,
and everywhere that you wandered
love seemed to go along with you.
That's a hard one to remember,
yes it makes you clench your fist.
And then the veins stand out like highways,
all along your wrist.
And yes it's come to this,
it's come to this,
and wasn't it a long way down,
wasn't it a strange way down?

You can still find a job,
go out and talk to a friend.
On the back of every magazine
there are those coupons you can send.
Why don't you join the Rosicrucians,
they can give you back your hope,
you can find your love with diagrams
on a plain brown envelope.
But you've used up all your coupons
except the one that seems
to be written on your wrist
along with several thousand dreams.
Now Santa Claus comes forward,
that's a razor in his mit;
and he puts on his dark glasses
and he shows you where to hit;
and then the cameras pan,
the stand in stunt man,
dress rehearsal rag,
it's just the dress rehearsal rag,
you know this dress rehearsal rag,
it's just a dress rehearsal rag.

Mozart – Concerto for Two Pianos & Orchestra in E flat, K. 365





dimarts, 16 de febrer del 2010

Mayari - Lecuona Cuban Boys



Mayarí, es triste ser esclavo Carabali
Mayarí, lloras así en tu lamento al dolor
Mayarí, sufres el yugo del destino fatal
Mayarí, cruel es vivir sin patria y sin libertad

Suena el bongo, oh Mayarí esclavo
Es tu cantar llorar
Baila el sangara monito
En la fiesta del diablito
Yo le canté a Mayarí clamando libertad

Mayarí, es triste ser esclavo Carabali
Mayarí, lloras así en tu lamento al dolor
Por mejor en cantar Mayarí clama su libertad

Mayarí, sufres el yugo del destino fatal
Mayarí, cruel es vivir sin patria y sin libertad
Mayarí
Mayarí.

Lucia Popp














Song to the Moon - Rusalka (A. Dvorak)



Como Pamina en La Flauta Mágica



"Queen of the Night"

dilluns, 15 de febrer del 2010

diumenge, 14 de febrer del 2010

Los Cantos de Maldoror


"Les Chants de Maldoror" son un conjunto de seis cantos poéticos publicados en 1869, obra de Isidore Ducasse, más conocido por su pseudónimo de Conde de Lautréamont.

Canto Primero

"RUEGO al cielo que el lector, animado y momentá­neamente tan feroz como lo que lee, encuentre, sin de­sorientarse, su camino abrupto y salvaje, a través de las desoladas ciénagas de estas páginas sombrías y lle­nas de veneno, pues, a no ser que aporte a su lectura una lógica rigurosa y una tensión espiritual semejante al menos a su desconfianza, las emanaciones mortales de este libro impregnarán su alma lo mismo que hace el agua con el azúcar. No es bueno que todo el mundo lea las páginas que van a seguir; sólo algunos podrán saborear este fruto amargo sin peligro. En consecuen­cia, alma tímida, antes de que penetres más en seme­jantes landas inexploradas, dirige tus pasos hacia atrás y no hacia adelante, de igual manera que los ojos de un hijo se apartan respetuosamente de la augusta con­templación del rostro materno; o, mejor, como durante el invierno, en la lejanía, un ángulo de grullas friolen­tas y meditabundas vuela velozmente a través del si­lencio, con todas las velas desplegadas, hacia un pun­to determinado del horizonte, de donde, súbitamente, parte un viento extraño y poderoso, precursor de la tempestad. La grulla más vieja, formando ella sola la vanguardia, al ver esto mueve la cabeza, y, consecuen­temente, hace restallar también el pico, como una per­sona razonable, que no está contenta (yo tampoco lo estaría en su lugar), mientras su viejo cuello despro­visto de plumas, contemporáneo de tres generaciones de grullas, se agita en ondulaciones coléricas que pre­sagian la tormenta, cada vez más próxima. Después de haber mirado numerosas veces, con sangre fría, a to­dos los lados, con ojos que encierran la experiencia, prudentemente, la primera (pues ella tiene el privile­gio de mostrar las plumas de su cola a las otras gru­llas, inferiores en inteligencia), con su grito vigilante de melancólico centinela que hace retroceder al enemigo común, gira con flexibilidad la punta de la figura geo­métrica (es tal vez un triángulo, aunque no se vea el tercer lado, lo que forman en el espacio esas curiosas aves de paso), sea a babor, sea a estribor, como un há­bil capitán, y, maniobrando con alas que no parecen mayores que las de un gorrión, porque no es necia, em­prende así otro camino más seguro y filosófico."

Para seguir hacia el viento extraño y poderoso, precursor de la tempestad... El camino que no siguió la grulla
(http://titadixit.wordpress.com/)

Alejandra Pizarnik - En Esta Noche, En Este Mundo


I

en esta noche, en este mundo
las palabras del sueño de la infancia de la muerte
nunca es eso lo que uno quiere decir
la lengua natal castra
la lengua es un órgano de conocimiento
castrado por su propia lengua
que es el órgano de la re-creación
del re-conocimiento
pero el de la no resurrección
de algo a modo de negación
de mi horizonte de maldoror con su perro
y nada es promesa
entre lo decible
que equivale a mentir
(todo lo que se puede decir es mentira)
el resto es silencio
sólo que el silencio no existe

II

no
las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
si digo pan ¿comeré?

III

en esta noche en este mundo
extraoordinario silencio el de esta noche
lo que pasa con el alma es que no se ve
lo que pasa con la mente es que no se ve
lo que pasa con el espíritu es que no se ve
¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?

ninguna palabra es visible

sombras
recintos viscosos donde se oculta
la piedra de la locura
corredores negros
los he recorrido todos
¡oh quédate un poco más entre nosostros!

mi persona está herida
mi primera persona del singular

escribo como quien con un cuchillo alzado en la oscuridad
escribo como estoy diciendo
la sinceridad absoluta continuaría siendo
lo imposible
¡oh quédate un poco más entre nosotros!

IV

los deterioros de las palabras
deshabitando el palacio del lenguaje
el conocimiento entre las piernas
¿qué hiciste del don del sexo?
oh mis muertos
me los comí me atraganté
no puedo más de no poder más
palabras embozadas
todo se desliza
hacia la negra liquefacción

V

y el perro de maldoror
en esta noche en este mundo
donde todo es posible
salvo
el poema

VI

hablo en fácil hablo en difícil
sabiendo que no se trata de eso
siempre no se trata de eso
oh ayúdame a escribir el poema más prescindible
el que no sriva para nada ni para
ser inservible
ayúdame a escribir palabras
en esta noche en este mundo


8 de Octubre de 1971


dissabte, 13 de febrer del 2010

José Lezama Lima - Lo inaudible


Es inaudible,

no podremos saber si las hojas
se acumulan y suenan al encaramarse

la mirona lagartija sobre la hoja.

Nos roza la frente
y creemos que es un pañuelo

que nos está tapando los ojos.

El oro caminaba
después hacia la hoja

y la hoja iba hacia la casa
vacía del otoño, donde lo inaudible

se abrazaba con lo invisible

en un silencioso gesto de júbilo.
Lo inaudible

gustaba del vuelo de las hojas,

reposaba entre el árbol inmóvil
y el río de móvil memoria.

Mientras lo inaudible lograba

su reino, la casa oscilaba,

pero su interior permanecía intocable.

De pronto, una chispa

se unió a lo inaudible

y comenzó a arder escondido

debajo del sonido facetado del espejo.

La casa recuperó su movilidad
y comenzó de nuevo a navegar.

Oliverio Girondo - Espantapájaros (2 y 3)

2

Jamás se había oído el menor roce de cadenas. Las botellas no manifestaban ningún deseo de incorporarse. Al día siguiente de colocar un botón sobre una mesa, se le encontraba en el mismo sitio. El vino y los retratos envejecían con dignidad. Era posible afeitarse ante cualquier espejo, sin que se rasgara a la altura de la carótida; pero bastaba que un invitado tocase la campanilla y penetrara en el vestíbulo, para que cometiese los más grandes descuidos; alguna de esas distracciones imperdonables, que pueden conducirnos hasta el suicidio.

En el acto de entregar su tarjeta, por ejemplo, los visitantes se sacaban los pantalones, y antes de ser introducidos en el salón, se subían hasta el ombligo los faldones de la camisa. Al ir a saludar a la dueña de casa, una fuerza irresistible los obligaba a sonarse las narices con los visillos, y al querer preguntarle por su marido, le preguntaban por sus dientes postizos. A pesar de un enorme esfuerzo de voluntad, nadie llegaba a dominar la tentación de repetir: “Cuernos de vaca”, si alguien se refería a las señoritas de la casa, y cuando éstas ofrecían una taza de té, los invitados se colgaban de las arañas, para reprimir el deseo de morderles las pantorrillas.

El mismo embajador de Inglaterra, un inglés reseco en el protocolo, con un bigote usado, como uno de esos cepillos de dientes que se utilizan para embetunar los botines, en vez de aceptar la copa de champagne que le brindaban, se arrodilló en medio del salón para olfatear las flores de la alfombra, y después de aproximarse a un pedestal, levantó la pata como un perro.

3

Nunca he dejado de llevar la vida humilde que puede permitirse un modesto empleado de correos. ¡Pues! mi mujer —que tiene la manía de pensar en voz alta y de decir todo lo que le pasa por la cabeza— se empeña en atribuirme los destinos más absurdos que pueden imaginarse.

Ahora mismo, mientras leía los diarios de la tarde, me preguntó sin ninguna clase de preámbulos:

«¿Por qué no abandonaste el gato y el hogar? ¡Ha de ser tan lindo embarcarse en una fragata!... Durante las noches de luna, los marineros se reúnen sobre cubierta. Algunos tocan el acordeón, otros acarician una mujer de goma. Tú fumas la pipa en compañía de un amigo. El mar te ha endurecido las pupilas. Has visto demasiados atardeceres. ¿Con qué puerto, con qué ciudad no te has acostado alguna noche? ¿Las velas serán capaces de brindarte un horizonte nuevo? Un día en que la calma ya es una maldición, bajas a tu cucheta, desanudas un pañuelo de seda, te ahorcas con una trenza de mujer».

Y no contenta con hacerme navegar por todo el mundo, cuando hace dieciséis años que estoy anclado en el correo:

«¿Recuerdas las que tenía cuando me conociste?... En ese tiempo me imaginaba que serías soldado y mis pezones se incendiaban al pensar que tendrías un pecho áspero, como un felpudo.

»Eras fuerte. Escalaste los muros de un monasterio. Te acostaste con la abadesa. La dejaste preñada. ¿A qué tiempo, a qué nación pertenece tu historia?... Te has jugado la vida tantas veces, que posees un olor a barajas usadas. ¡Con qué avidez, con qué ternura yo te besaba las heridas! Eras brutal. Eras taciturno. Te gustaban los quesos que saben a verija de sátiro... y la primera noche, al poseerme, me destrozaste el espinazo en el respaldo de la cama».

Y como me dispusiera a demostrarle que lejos de cometer esas barbaridades, no he ambicionado, durante toda mi existencia, más que ingresar en el Club Social de Vélez Sársfield:

«Ahora te veo arrodillado en una iglesia con olor a bodega.

»Mírate las manos; sólo sirven para hojear misales. Tu humildad es tan grande que te avergüenzas de tu pureza, de tu sabiduría. Te hincas, a cada instante para besar las hojas que se quejan y que suspiran. Cuando una mujer te mira, bajas los párpados y te sientes desnudo. Tu sudor es grato a las prostitutas y a los perros. Te gusta caminar, con fiebre, bajo la lluvia. Te gusta acostarte, en pleno campo, a mirar las estrellas...

»Una noche —en que te hallas con Dios— entras en un establo, sin que nadie te vea, y te estiras sobre la paja, para morir abrazado al pescuezo de alguna vaca...»

Nitin Sawhney

Sunset



Homelands



Letting Go



Breathing Light

dijous, 11 de febrer del 2010

Rostro de vos (Mario Benedetti)


Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.


Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor.


Sin un temblor de más,
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.


Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna maldición.


Mis huéspedes concurren,
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor.
Yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.


Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan la jornada.


Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.


Ya mi rostro de vos
cierra los ojos.

Y es una soledad
tan desolada.





Carlos Gardel - El dia que me quieras

Eddie Vedder - Guaranteed

The Greatest - Cat Power

dimecres, 10 de febrer del 2010

Daniel Johnston - Speeding Motorcycle

Nick Cave

Into My Arms



Where the Wild Roses Grow



Hallelujah

Joy Division

Love Will Tear Us Apart

Extremoduro - La Ley Innata











Segundo Movimiento: Lo de Fuera



dimarts, 9 de febrer del 2010

Frozen River - Dir: Courtney Hunt

dilluns, 8 de febrer del 2010

Federico Deutsch y Maverick - Cuando el amor ama

Godspeed You! Black Emperor

Rockets Fall on Rocket Falls




divendres, 5 de febrer del 2010

Carmen McRae























I'm Thru With Love



Take five



The Sound of Silence

Rag Pahadi: Shivkumar Sharma / Hari Prasad Chaurasia

Selva de Mar














Heidi In Africa













Gulab Jaman



dijous, 4 de febrer del 2010

dimecres, 3 de febrer del 2010

Celeste Mendoza - La Reina del Guaguancó



Soy Tan Feliz


Para Que Sufras


La Confianza


Echale Salsita

Ike & Tina Turner

Proud Mary



Shake Your Tail Feather



Ooh Poo Pah Doo

dimarts, 2 de febrer del 2010

Lecuona Cuban Boys















Rapsodia Tropical



Cubanakán



Amapola (Bogdan Raczynski)



Rumbah-Tambah

dilluns, 1 de febrer del 2010

Billie Holiday - Willow Weep For Me

Ten Years After

I'd Love To Change The World



50,000 Miles Beneath My Brain



Spoonful



Help Me

Hyldon

















Na Rua, Na Chuva, Na Fazenda



Na Sombra de Uma Árvore

UB40 - Where Did I Go Wrong

Al Green















Jesus Is Waiting



Here I am